It Must Be Heaven

Sinopsis

Elia Suleiman escribe, dirige y se pone frente a la cámara en esta película en clave de comedia minimalista en la que el director sale de Palestina pero se la encuentra en todos lados. Con la excusa de buscar financiación para un film, su impertérrito personaje, que lo conecta directamente con Keaton o Tati, viaja a París y Nueva York para constatar que el estado de excepción, el estado policial y la violencia son ahora habituales en todas partes.

El director palestino realiza una aguda reflexión, no exenta de humor absurdo, sobre la desterritorialización y la crisis identitaria, y de nuevo critica la situación que vive su país.

Biofilmografía

Elia Suleiman (Nazaret, Israel, 1960), de formación autodidacta, tras un breve paso por Londres vivió en Nueva York entre 1981 y 1993. Durante este período dirigió sus dos primeros cortometrajes, Introduction to the End of an Argument y Homage by Assassination, con los que ganó numerosos premios. En 1994 se mudó a Jerusalén, donde la Comisión Europea le encargó establecer un Departamento de Cine y Audiovisuales en la Universidad de Birzeit. Su ópera prima, Chronicle of a Disappearance, ganó el premio a mejor película en Venecia en 1996. En 2002 Divine Intervention ganó el premio a mejor película extranjera en los Premios del Cine Europeo en Roma y el Premio del Jurado en Cannes, festival del que se convirtió en un habitual. Con su siguiente largometraje, The Time That Remains, también compitió en Cannes en 2009. En 2012 dirigió el cortometraje Diario de un principiante, que formaba parte del film colectivo 7 días en La Habana, proyectado en la sección Un Certain Regard de Cannes. Con It Must Be Heaven, su último film hasta la fecha, obtuvo la mención especial del jurado y el Premio FIPRESCI en Cannes 2019.